sábado, 22 de junio de 2013

SER Y ESTAR EN EL MUNDO FÍSICO (REFLEXIONES)


Estar en el mundo físico, hoy y siempre, implica "trabajo" y "aprendizaje", experimentación y "despertar de consciencia", así como ir descubriendo, con mayor o menor prontitud, quienes somos, de donde venimos, a donde vamos y porqué.  Estar en el mundo físico también comporta "errores y equívocos", puesto que mientras "no recordamos" (debido al "trauma" de la venida a la existencia física) nuestra "identidad original", nuestra consciencia, seguirmos en "manos de la psicología del ego", en manos de la cual, el hombre ha estado por miles y miles de años, aun hoy existen importantes contingentes humanos, "desconociendo" su propia consciencia, encerrados en este mundo de los cinco sentidos, "límite del ego" y de este mundo físico ilusorio, aunque pasar ello también sea su particular experiencia. 
Es por eso que  insisto en las "claves" que pueden servir para "salir" de esta situación: vivir el instante o momento presente de forma permanente; despertar consciencia, lo que permite el recuerdo vívido de nuestro "ser identitario verdadero", el ser inmortal que somos, más allá de este vehículo físico, perfecto y maravilloso, del qual propiciamos, por causas diversas ( que todos sabemos, entre ellas la "ignorancia" y la "inconsciencia") su propio periclitar, cuando la duración del cuerpo físico, sostenido por, y conteniendo al Ser Interno, y experimentando en este plano dimensional, quizás pudiera ser "más larga y provechosa" y el recuerdo de la "identidad luminosa" que cada uno es, siendo presente y activo, no representase ningún "estorbo", antes al conotrario, pudiera estimular aún más, todo el "trabajo interno" de las consciencias que somos.   

                                                                             

  LAS HOGUERAS SOLSTICIALES DE SAN JUAN NOS INVITAN A QUEMAR EL LASTRE  INUTIL

 Ser y Estar, en este mundo físico -aún siendo "repetidores" de múltiples existencias-, siempre es una nueva oportunidad para acabar o completar lo pendiente,  para "no dejar nuevamente trampas", cuestiones inacabadas, deudas por saldar (y no me refiero solo a dinero), promesas incumplidas, cuestiones que nos "obliguen a volver" en un nuevo cuerpo físico; ser y estar en el mundo físico es una oportunidad inmejorable para perdonarnos y perdonar, para sentir contrición y reparar, para no dejar nada atrás, para "hacer bien las tareas y deberes" de una vez por todas, y no tener que repetir más este "milenario curso" y pasar ya al próximo...
Ser y Estar, en este mundo físico no es una cuestión tan "vana" como venir de vacaciones a "pasarnoslo bien", pudiendo ser esta  experiencia la que uno piense que quiere vivir, tal vez y de forma "inconsciente", esté aplazando un progreso espiritual o el propio despertar de consciencia en aras de este "pasarnoslo bien"  (que no tiene porque estar reñido con "ser feliz").  Con todo, si uno ha tomado esta determinación, podrá vivirla y experimentarla tanto como quiera: pues a él solo atañen las consecuencias que se deriven.  Nadie puede "eludir sus responsabilidades" porque "no quiera enfrentarlas", o piense que "no las recuerda".
Tarde o temprano descubrirá que "no enfrentarlas" retrasa su propio proceso, o si es el caso, las "recordará" en el momento oportuno.  De todas formas, el "trabajo interno" conduce a la lucidez consciencial y en consecuencia a la superación de todos estos íntimos procesos.

                                                                                          

En cierta manera, esta reflexión está en la línea de que no todo el mundo, ahora y aquí, tiene interés en "despertar consciencia" o "progresar espiritualmente", al mismo tiempo,  sin embargo, cada uno lo hará cuando lo crea conveniente. Esta es la "Libertad" que tenemos en nuestro mundo. Se puede deducir de ello, una vez más, que el proceso de expansión consciencial de la humanidad, no se realiza de manera "uniforme" y no tiene nada de "forzado", aún siendo "lo que nos espera a todos" (tarde o temprano) para "evolucionar integralmente" como esencias luminosas del universo.  Y antes que de ninguna otra forma, sucede "individualmente", por decisión propia, por el esfuerzo individual e íntimo, posteriormente será  cuando se "colectivice" y tome gran relieve grupal.  
No obstante, en momentos como el actual "Ciclo" en que el Universo, el Cosmos, el SOL, el Sistema Solar y la Tierra se "confabulan para bien de todos", se hacen especial y energéticamente propícios, a grandes contingentes humanos que ya tomaron su decisión individual, estimulándolos, haciéndolos mucho más proclives al "trabajo interior", a la "expansión de la consciencia", colectivos que van formando ya los fundamentos de la "nueva humanidad consciente".

                                                                                    



                                                                                    
 

lunes, 17 de junio de 2013

RECORDAR AL SER... NO SOLO CUANDO TRUENA



En catalán se suele repetir este refrán: "només s'enrecorden de Santa Bárbara quan trona": "Los hay que solo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena" y aquí añado: pero lo importante es "recordarla" aunque sea en esas circunstancias.   Algo parecido pasa en la cotidianidad: las cosas no van bien, o como uno quisiera que fuesen, uno puede estar pasando "horas bajas", etc., etc.,  y es en esos instantes, tal vez de angustia, que uno puede "parar el ritmo" y traer un poco de quietud, de silencio interno, de calma a esta mente revuelta, repleta de pensamientos contradictorios, y quedar por unos minutos con plena atención hacia uno mismo, sintiendo la propia respiración, la Vida que penetra en cada inhalación, y en la energía sobrante o conflictiva, que se saca hacia fuera en cada exhalación, o bien sintiendo la maravilla del bombeo del Corazón, que cuida que el fluido sanguíneo circule por el Cuerpo Físico correcta y milimetricamente.  Y aun atravesar esa "barrera" y soltar la pregunta en medio del silencio tan sumamente especial de la Mente quieta como la calma transparente de un lago: "¿quién soy yo?  Semejante pregunta solo se puede plantear en estas condiciones, puesto que si uno lo intenta con la Mente "llena" de pensamientos, solo habrá respuestas de confusión. 
Realizar esta reflexión meditativa cuando el mundo que nos envuelve "parece", con gran realismo, que nos tiene que devorar, cuando toda la vida externa se convierte en un "callejón sin salida", y uno puede llegar a sentirse apurado hasta "el límite", nos lleva a darnos cuenta de que todo este mundo externo, con todos sus dramas y problemas, empequeñece, queda insignificante, al obtener desde lo más profundo la respuesta a "quién soy yo" realmente, más allá de toda circunstancia, de las muchas que se generan y que generamos en esta andadura por la "vida física", buscando crecimiento, progreso y felicidad. 

                                                                                    

Contrariamente a determinadas formas de pensamiento, eso no es "escurrir el bulto" sino "entrar en la realidad", esta "realidad" que normalmente, no forma parte (aun) de la educación familiar y pedagógica, que en general, se ha recibido, y se recibe, pero que todos -sin excepción- llevamos dentro, como  tesoro  del que se ignora la existencia, a pesar de ser, nuestra "auténtica identidad esencial", "conductora legítima del vehículo físico.  Aquello que "yo soy y que eres tú" la esencia conductora del vehículo físico.
Si la existencia humana estuviese totalmente tamizada "desde la consciencia del Ser Interno", -que es a donde conduce el "despertar consciencial"- los "valores" que impregnan a la humanidad serian muy distintos, y el Equilibrio, el AMOR i la Felicidad, no serían jamás una utopía...  Si el diario vivir fuese consciente, de instante en instante, de momento en momento, fluyendo con sencillez y naturalidad, los ojos de nuestros semejantes serían verdaderos "espejos del Alma" en donde reflejarnos permanentemente, como en el lago calmado de la "mente tranquila guiada por la consciencia".   Desde ese estado de "permanencia" ya no existe el olvido de "quién soy yo y de quién eres tú", en ninguna circunstancia, ni "de donde venimos y hacia dónde vamos", ni el miedo que genera "el olvido y la ignorancia", ni la idea "desequilibrada" del "poder y la acumulación material" en detrimento de los demàs,  ni se vería más como una utopía la idea objetiva de un hombre despierto conscientivamente y ético (siendo, además, que este es el "estado natural del hombre".

                                                                              

La nueva humanidad va recuperando unos "valores esenciales" que son "la piedra angular" de una humanidad cósmica incorporada, por derecho propio, al concierto de las humanidades cósmicas conscientes y en evolución permanente" que pueblan el espacio infinito. 
Hacia esa precisa dirección está aumentando significativamente y sin hacer demasiado ruido, el porcentage "consciente" de la humanidad, necesario para la  transformación, en tanto que se sigue produciendo con estrépito,  el  más que visible ya,  "declive del sistema",  que ha mantenido, soportado y vivido la humanidad  con el sufrimiento y dolor de esta "edad de hierro" (como también se ha llamado al momento de más alejamiento y olvido del Ser y de la Consciencia por parte humana).  Este momento actual también se ha venido en llamar de "confluencia" (período que va desde el final de la "Edad de Hierro, actual, hasta la  nueva "Edad de Oro" que se aproxima con la "humanidad consciente") pues es el período "entre edades", donde hay confusión pero al mismo tiempo una gran efervescencia hacia el "Despertar Consciencial"  o "Salto Cuántico".   "Salto" que el planeta Tierra, nuestra Madre GAIA,(como recordaréis muchos de los habituales de este "Blog")  ya dió, y que ahora, y en estos tiempos que se acercan,  daran unos cuantos miles de millones de seres humanos: los que hayan tomado esa decisión trascendental.  Los que no: por supuesto que no irán al "infierno", pues seguiran en las mismas condiciones que han vivido en estos últimos tiempos, experimentando en este mundo dual de tres dimensiones, seguramente hasta que ellos mísmos dispongan con su propio Ser Interior, evolucionar a "otro nivel"...

                                                                                      

 

sábado, 1 de junio de 2013

DE CUANDO "AYUDAR" PUEDE SER "INTERFERIR"


Todos y cada uno de los seres humanos nos encontramos en este mundo físico viviendo y explorando las propias experiencias, que son absolutamente personales e intransferibles, nadie las puede "pasar" por nadie, y es por eso, que "jamás hay que juzgar a nadie", pues "todo el mundo", es "responsable" de sus pensamientos, actos y acciones, incluso a pesar de "no ser consciente" de ellos e incluso "justificándolo" con la "ignorancia".   La falta de "etica" habla por si misma de un grado nulo o escaso de "consciencia", pero eso no exime a nadie de sus responsabilidades. De la misma manera que cada uno vive las propias experiencias, hay que tener en cuenta, que casi "siempre" las experiencias que uno vive "son las que le corresponden" en el momento presente de su existencia.  No siempre quién vive una experiencia determinada "sabe esto", y es cuando las cosas "no encajan", cuando uno puede hacerse las preguntas más inverosímiles e incluso "parecerle" que nada tiene pies ni cabeza. Y estamos hablando de "leyes inmutables" que "graban el destino de las personas", porque la mayor parte de acontecimientos, sucesos y circunstancias "tienen orígen causal", "no casual",  solo hay una pequeña pero significativa diferencia cuando se escribe esta palabra : la "s" de  "casual", salta por encima de la "u" situándose a su derecha para componer la palabra "causal",

                                                                                      
 


La palabra "causal" define que "todo" está tamizado por la "ley de causa y efecto", a pesar de que se "ignore" y se sea "inconsciente" de ello.  En Catalunya se dice: "tal faràs, tal trobaràs" traduciéndolo literalmente es:  "lo que hagas, eso vas a encontrar", y ello nos recuerda que algunas "antiguas tradiciones" aun conservan un pósito de esta gran "sabiduría universal" que siempre enseñó la "inmutabilidad" de las "leyes cósmicas".
No es un tema "nuevo",  pero ha valido la pena recordarlo, a la hora de reflexionar sobre el sentido y título de este "post".  Hay que "discernir"  (y para hacerlo hace falta  un estado lo bastante elevado de consciencia que capacite) y eso también dependerá, muy mucho, del tipo de "ayuda" que se trate, si será realmente una "ayuda" o se corre el "riesgo" de "interferir" en un proceso o experiencia personal, que aquella persona tiene que vivir para su propio crecimiento íntimo y espiritual, por si misma y "sin ayuda" que -en este caso- podría ser "inmiscuirse en un proceso ajeno".   Este tiene que ser el "discernimiento": poder actuar sin el riesgo de perjudiciar a nadie, ni a uno mismo. O en todo caso, "no actuar"...

                                                                                       

Si uno "ayuda" pongamos por caso, económicamente, a una persona, que se presenta requiriéndolo, por necesidades básicas, de alimentación, etc., pero en cambio, posteriormente, esta persona destina el dinero a "procurarse su adicción", la "responsabilidad causal" recaerá sobre él,  pero también en quién le ha proporcionado los recursos, aunque uno pensara que estaba contribuyendo en solidaridad humana a un semejante en "apuros".  Pues esta habría sido una forma de "caridad errónea y perjudicial para ambas partes".  Y en estos tiempos de profunda transformación y cambio, situaciones como esta se dan con frecuencia.
Y siempre es el mísmo corolario: "ser conscientes ante aquello que nos viene al encuentro, pues eso aleja la posibilidad de error...  Y también en tener presente que cada ser humano, ahora y aquí, está viviendo su propio proceso circunstancial y experimental y no es conveniente interferir, pues si uno lo hace, queda involucrado inmediatamente adquiriendo nuevas responsabilidades, que no son sinó, "nuevas cargas evitables", nuevos lastres que pesaran en el propio camino.
Lógicamente, eso no quiere decir que no seamos solidarios, caritativos y humanos con nuestros semejantes, todo lo contrario, debemos volcarnos si cabe, pero hacerlo con claro discernimiento,  objetivamente, conscienciencialmente y sin atisbo de error para nadie*